vuelve a su ganadería,
si el ganadero cantara,
seguro le cantaría:
-Yo bien sabía, torillo,
torillo, yo bien sabía
que, al portarte tan cabal,
volverías, volverías...
Y si los toros cantaran,
seguro que aquel torillo
le contestaría:
-Portándome tan cabal,
no es que el perdón yo pedía.
Portándome tan cabal,
es que pensé que tenía
muchas vacas por rondar
en el campo todavía.
II
A este toro que, indultado,
vuelve a su ganadería,
si el ganadero cantara,
seguro le cantaría:
-Y yo te mandé a la muerte
y tú la gloria me das.
¡Olé los torillos nobles
que devuelven bien por mal!
Y si los toros cantaran,
seguro que aquel torillo
le contestaría
Yo la gloria conseguí
peleando bravamente,
yo la gloria conseguí;
no la quiero para mí;
para mí la hierba verda,
y la gloria, para tí.
III
A ese toro que, indultado,
vuelve a su ganadería,
si el ganadero cantara,
seguro la cantaría:
-Lo que me pidas torillo,
poco me parecerá
para pagar este gloria
que tú me acabas de dar.
Y si los toros cantaran,
seguro que aquel torillo
le contestaría
-Brillando en el pastizal,
yo sólo quiero el rocío
brillando en el pastizal,
y en el pelo presumío
de esa vaquilla pintá
que me trae loco perdío.
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